A nivel mundial, existen pocos antecedentes en lo que a práctica física intradiálisis se refiere.
Actualmente países como Alemania, España y Cuba son algunos de los que sostienen este tipo de asistencia como parte del tratamiento de hemodiálisis, pero la cobertura por parte de las obras sociales sigue siendo uno de los temas polémicos. En el país, mencionada práctica de salud es casi inexistente y se remite sólo a programas esporádicos de ejercicios realizados por voluntarios dentro de los centros de hemodiálisis. En la ciudad de Azul, se realizó uno de éstos programas durante 2 años (2010-12), dando excelentes resultados. La profesora de educación física Verónica Assinnato, junto con la nutricionista Elisabeth Claudiaperre iniciaron su experiencia en el centro de hemodiálisis de Azul, contando con el aval de los directores médicos del lugar. El trabajo no pudo continuarse por la falta de recursos, pero desde el voluntariado nuestra iniciativa es retomarlo sumando la participación rotativa de estudiantes de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud de Olavarría.
La fundamentación del proyecto presentado por las profesionales antes nombradas es: Numerosos especialistas de todo el mundo destacan que la realización de ejercicios durante una sesión de diálisis no sólo permite incrementar la efectividad de ésta, sino que además mejora la función cardíaca, respiratoria y muscular. Este punto es de suma importancia dado que los episodios cardiovasculares son la principal causa de muerte entre los enfermos renales.
Los pacientes que tienen una alteración renal que requiere diálisis presentan, al mismo tiempo, un riesgo cardiovascular elevado, sin contar que muchos de ellos ya sufren enfermedad cardiovascular. Al mismo tiempo, como consecuencia de la enfermedad crónica, han reducido la actividad física, entrando en un círculo de deterioro psicofísico al que se asocia frecuentemente la depresión. En este sentido, si bien el reemplazo de la función renal mediante la diálisis controla los aspectos clínicos de la enfermedad, el resto de los problemas descritos sigue existiendo. La tendencia a incorporar rutinas de gimnasia como parte de las sesiones de diálisis es, actualmente, una realidad en diversos países del mundo. No obstante, en la mayoría de ellos, no cuenta con aportes económicos suficientes que permitan generalizarse y aplicarla en todos los casos.
Estos son solo una parte de los argumentos que justifican la actividad física intradiálisis.